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jueves, 14 de marzo de 2013

El cine, un arma terapéutica.

El cine, un arma terapéutica para pacientes de psiquiatría

El cine tiene un gran poder psicoterapéutico para los pacientes de psiquiatría, que consiguen hablar de sus conflictos proyectándose en los personajes cinematográficos, según ha explicado María Martín, del Hospital Infanta Sofía de Madrid, donde se aplica esta herramienta.
Isabel Gallardo Ponce   |  05/05/2011 00:00

Mariano Iceta y María Martín
Mariano Iceta, jefe del Servicio de Psiquiatría, y María Martín, del mismo servicio.

Un tranvía llamado Deseo, Extraños en el paraíso, Bienvenido Mr. Marshall, Una mente maravillosa, Up, El hombre elefante, Yo soy Sam... son algunos de los títulos que los pacientes del Hospital de Día de Psiquiatría del Hospital Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes, Madrid, han podido ver un viernes de cada cinco con fin psicoterapéutico, según ha explicado a DM María Martín Martín-Blas, del Servicio de Psiquiatría.
"¿Por qué el cine cura? Porque tiene la capacidad de modificar el estado de ánimo. Si es un drama estamos más removidos, tristes, pensativos; al ver una comedia salimos más contentos... En los pacientes ocurre lo mismo, pero el valor añadido que le damos es que hacemos de ello un uso psicoterapéutico", ha apuntado.
Tras el visionado de la película, el equipo del Hospital de Día realiza con los profesionales un cineforum. En el debate que se abre, según ha explicado Martín, los pacientes rebajan sus defensas, proyectan sus propios deseos, frustraciones, fantasías y se identifican con alguno de los personajes según sus características biográficas y caracteriales. "Esa es la labor terapéutica del cine. Se trata de un instrumento superpoderoso, ya que gracias a él se producen discusiones acaloradas en las que los pacientes hablan, por boca de los personajes, de sus propios conflictos y biografías, de las que les es muy difícil o doloroso expresarse en condiciones normales. Aunque desde su consciencia hablan del personaje, a la vez se están proyectando. Por eso es más fácil el diálogo y escuchar la visión del otro, ya que se realiza a un nivel inconsciente y simbólico".
Los pacientes que acuden al Hospital de Día tienen diferentes diagnósticos, que no influyen para la elección de las películas, cuyos temas no tratan, en general, aspectos psiquiátricos. Martín intenta buscar películas en las que se aborden conflictos humanos vitales clásicos: el deseo, la frustración, la pareja, la soledad, la muerte, el abandono...
Actividades
Aunque desde que empezó el Hospital de Día ya se proyectaban películas algunos días, hace unos cuatro meses se decidió comenzar a hacerlo un viernes de cada cinco. "Los pacientes abandonan estos días la contención y la rutina que supone el dispositivo y suele ser un día en el que están peor de ánimo, más irritables". Por eso, después de hacer asamblea, que es la reunión matutina, se llevan a cabo diferentes actividades: un viernes hay salida terapéutica en la que se realiza algún actividad cultural. El siguiente, talleres de terapia ocupacional; el tercer viernes, talleres de lectoescritura, y el cuarto, el personal de enfermería les lleva a hacer deporte.
"A los pacientes se les pidió un consentimiento informado para grabar las sesiones y mostrar a otros profesionales de Hospitales de Día el poder que tiene el cine como instrumento psicoterapéutico. Estamos incluso pensando mostrarles a los pacientes las grabaciones, ya que creemos que puede ser una herramienta poderosa para que mentalicen algo de lo que han protagonizado".

(Noticia de DiarioMedico.com)

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